A lo largo de la historia, han existido objetos sagrados que actúan como agentes fundamentales para llevar a cabo un ritual de carácter religioso. Estos objetos tienen la función de conectar y desaparecer los límites entre el cuerpo y la creencia; entre lo terrenal y lo divino. Este vínculo entre objeto y ritual cambia en relación a los sistemas de valores y creencias culturales que se van dando a lo largo del tiempo—siendo algunos más longevos y trascendentales que otros—pero siempre involucrando algún proceso de transformación.
El objeto sagrado es el vehículo por el cual se activa un ritual y se logra dicha transformación o mejora. De esta manera, podemos afirmar que existe una dependencia entre los afectos y los objetos que los representan. Es decir, estos objetos llevan una carga afectiva para las personas relacionada al valor simbólico que hace posible un ritual.
Conforme se han secularizado las sociedades, se han ido perdiendo también rituales de carácter propiamente religioso, dando lugar a otros que cobran ese mismo sentido de espiritualidad para quienes lo practican. Dentro de la cultura latinoamericana contemporánea, existen varios rituales que probablemente tengan su origen en sistemas de creencia precolombinos y producto del sincretismo religioso con el Catolicismo. Por ejemplo, pasar un huevo de gallina sobre el cuerpo de los niños mientras se reza el Padre Nuestro, o echar a la tierra el último trago de cerveza que queda en el vaso en forma de agradecimiento. Actualmente, el amalgamiento de rituales ha llegado incluso a infiltrarse en prácticas comerciales como practicar yoga con música pop y hacer Ayahuasca a modo de desintoxicación. Vale decir que todos estos rituales diarios también suponen “objetos de afecto”.
El Afecto en lo Sagrado es una invitación para identificar y reflexionar sobre los objetos que consideramos sagrado-afectivos, cuestionar cómo operan en nuestra vida, quién los fabrica, y cómo influyen en nuestro sistema de valores. Además, cuando es pertinente cuestionar su procedencia, y en qué momento se vuelven ejes para definir nuestra identidad.
Del 7 al 13 de Abril 2020, Afecto presentará su primer programa de exhibición.